Nosotros también tenemos nuestros Romeo y Julieta son los Amantes de Teruel, Isabel de Segura y Diego de Marcilla. Los dos estaban muy enamorados pero ella era hija única de una rica familia y él era el segundo hijo de una humilde.
No sería fácil que el padre de ella aceptará un matrimonio entre ambos, así que el se propuso hacer riqueza y le pidió un plazo de cinco años para coseguirlo.
Pasado el plazo, sin noticias y despues de pasar el tiempo rechazando propuestas de matrimonio de nobles influyentes de la ciudad, finalmente tuvo que aceptar casarse con Pedro de Azagra, hermano del señor de Albarracín.
Diego regresó a Teruel y en la ciudad se vivía un día festivo cuando se enteró de que era por la boda de su amada.
Diego le pidio un beso, ella se lo nego por estar casada y él cayo muerto en ese momento. Al día siguiente ella asistio al funeral y murió tras darle el beso que le nego en vida.
Fueron enterrados juntos en una de las capillas de la Iglesia de San pedro y lo que no consiguieron en vida lo consiguen por toda la eternidad. Hoy se les puede visitar e incluso hay una
Fundación que da a conocer la historia.
Desde el barroco diversos autores han escrito sobre su historia, pintores como Antonio Muñoz Degrain han pintado su amor.
Pero a partir de 1996 se realiza en Teruel una recreación de la historia cerca del día de los enamorados. Es practicamente única ya que aunque en Europa hay un gran auge de este tipo de actos, especialmente de época medieval suelen ser de batallas.
Las bodas de Isabel de Segura son una autentica celebración en la ciudad que parece que entra en el Siglo XIII por unos días. Es una fiesta familiar en la que participan todos desde pequeños y grandes. Constituyen grupos pertenecientes a ordenes religiosas, gremios, barrios... y todo con un gran rigor histórico.
Bueno pues para ser transportados al S XIII no hay como pasar unos días en Teruel y vivir la historia de los Amantes.